Cómo disfrutar de las fiestas de fin de año sin remordimientos

Aunque no se aumentan tantos kilos como en Fiestas Patrias, igual hay que preocuparse.

Navidad y Año Nuevo ya están a la vuelta de la esquina. Lo mismo que las vacaciones de verano, el traje de baño y la ropa ligera. Por esta razón, es importante tomar en cuenta los hábitos de alimentación que tienden a adoptarse en las dos últimas semanas del año, y que usualmente incluyen la ingesta de comida hipercalórica y altas dosis de alcohol.

Según Jacqueline Monrroy, jefa de nutrición de la Clínica UC San Carlos de Apoquindo, sólo en la cena de Navidad es posible que una persona consuma unas 1.500 calorías, es decir, el total que debería incorporar a su organismo en todo un día. "Así, en las dos semanas que duran las fiestas de fin de año, se puede engordar entre uno y medio y dos kilos fácilmente", afirma.

Sin embargo, el aumento de peso no debiera ser el único tema inquietante, ya que la mayor ingesta de alimentos también puede derivar en problemas mayores que van desde malestares estomacales leves, diarreas, gastritis, gastroenteritis y hasta una pancreatitis aguda, como indica Karin Papapietro, nutrióloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.

De esta manera, para evitar contratiempos, la especialista entrega algunos consejos:

1.- Mantener el orden de las comidas, para no llegar a la cena con demasiada hambre y así comer sin control.

2.- Moderar el consumo de alcohol, ya que su aporte calórico es casi tan alto como el de las grasas.

3.- No saltarse comidas a modo de compensación
. Así sólo se conseguirá agredir al organismo con tantos cambios bruscos de alimentación.

4.- Elegir los alimentos que tengan menor aporte de grasas y azúcares.

5.- Al consumir líquidos preferir el agua, las bebidas light o el agua mineral
. Su consumo es libre, ya que no contienen azúcar.

6.- Para la cena de Navidad o de Año Nuevo optar por alimentos más saludables, como carnes magras, verduras, frutas, aceite de oliva, etc. Evitar las frituras, grasas saturadas, salsas, mayonesa, etc.

7.- Cocinar los alimentos al horno, a la parrilla, a la plancha o al vapor.

8.- Consumir un snack sano antes del cóctel
 (fruta, ensalada, leche descremada, yogurt o uno o dos vasos de agua), para así no llegar a la cena con muchas horas de ayuno.

Para disfrutar sin culpas

Además de aplicar estos consejos, también es bueno innovar y seguir elaborando las comidas tradicionales, pero con ingredientes bajos en calorías. Es lo que Carlo Von Mühlenbrock, manager gastronómico de la Clínica UC San Carlos de Apoquindo, logró hacer con el Pan de Pascua y el Cola de Mono.

Junto a la jefa de nutrición del recinto, el chef elaboró dos recetas que además de ser "light" son especiales para celíacos, diabéticos e intolerantes a la lactosa. De esta manera, para el Pan de Pascua reemplazó la harina tradicional por una de mandioca, y le agregó maicena y quínoa. Asimismo, en lugar de ponerle pasas y frutas confitadas, ocupó arándanos y manzanas deshidratadas. El azúcar fue sustituida por sucralosa y utilizó leche sin lactosa.

El resultado: un Pan de Pascua con un sabor muy parecido al tradicional, pero con la mitad de las calorías (375 vs. 180 los 100 gramos) y 0% grasa.

En el caso del Cola de Mono, el chef y la nutricionista hicieron dos pruebas. En la primera utilizaron leche de soya y aunque con ella lograron un buen sabor, la consistencia era demasiado ligera. Por esta razón optaron por la alternativa de elaborarla con leche sin lactosa. Además eliminaron el alcohol y reemplazaron el azúcar por sucralosa, obteniendo así una bebida con la mitad de las calorías (180 vs. 90 un vaso de 200 cc).

"El llamado es que se puede comer rico con bajas calorías buscándole una vuelta de tuerca", asegura Von Mühlenbrock. Si quiere aventurarse, aquí están las recetas:

Pan de Pascua sin gluten, azúcar ni lactosa (para 1.500 gramos)

- 1 taza cruda de quínoa, equivalente a 4 tazas en cocida. Ocupar 3 tazas.
- Ralladura de 2 naranjas grandes
- 1 taza de harina de mandioca
- 1 taza de maicena
- 12 cucharaditas de té de sucralosa
- 2 cucharaditas de té colmadas de polvos de hornear
- 1/3 de taza de chocolate amargo en polvo light (para dar color)
- 1/2 cucharadita de té de nuez moscada
- 1 cucharadita de té de jengibre
- 1/4 de cucharadita de té de clavo de olor
- 1 cucharadita de té de canela
- 1/2 taza de nueces (picadas gruesas y tostadas)
- 1/2 taza de almendras
- 2 tazas de manzanas deshidratadas (sin azúcar)
- 1 taza de arándanos congelados
- 1 cucharada sopera de esencia de almendra
- 2 cucharadas soperas de esencia de ron
- 1 cucharada sopera de esencia de anís
- 2 cucharadas soperas de vainilla
- 2 tazas de leche descremada sin lactosa
- 3 a 4 huevos según su tamaño

Preparación

En un bowl se pone la quínoa cocida, la ralladura de naranja, la harina de mandioca, la maicena, la sucralosa, el chocolate y los condimentos (jengibre, canela, nuez moscada, clavo de olor). Mezclar todo, agregar los frutos secos (nueces, almendras, manzanas deshidratadas y arándanos) y revolver constantemente.

Luego se baten los huevos, preferentemente yemas y claras aparte.

A la mezcla en el bowl se añaden los polvos de hornear y la leche.

Se juntan las esencias (almendra, ron, anís y vainilla) y se agregan con los huevos batidos. Todo se añade a la mezcla principal con movimientos envolventes para que tome aire.

Verter la mezcla en un molde, y cocer 45 minutos en horno a 180° y fuego lateral. Si la masa se empieza a dorar, taparla con papel aluminio.

Cola de mono sin azúcar, lactosa ni alcohol (para 1.000 cc)

- 5 tazas de leche descremada sin lactosa
- 2 cucharadas soperas de café descafeinado
- 3 cucharadas soperas de sucralosa
- 2 cucharadas soperas de vainilla
- 3 cucharadas soperas de esencia de ron
- 2 unidades de clavo de olor
- Cáscara de una naranja grande
- 2 palos de canela
- 1 taza de agua

Preparación

En una olla se pone el agua, las cáscaras de naranja, los clavos de olor, la canela, la vainilla y el café descafeínado. Revolver y hervir a fuego fuerte para que la mezcla se reduzca aproximadamente hasta la mitad.

Luego se añade la sucralosa y un poco de la leche. Se revuelve un poco más y se saca del fuego para traspasar la mezcla a otra olla usando un colador. Se termina de agregar la leche y la esencia de ron.

Verter en un jarro de vidrio, refrigerar y servir frío.

Publicado el 16/12/10
Fuente: El Mercurio


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